Diversas noticias nos dan una idea aproximada de la fecha de fundación de la Hermandad. En 1974 con motivo de los trabajos de restauración de la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno se encontró en el interior del cuerpo un trozo de madera donde figuraba el escrito: «Siendo mayordomo Benito Borrallo se agrando esta efigie en el año de 1799». Otros datos hallados en el Archivo de la Catedral de Sevilla completan esta visión sobre la posible fecha fundacional de esta corporación; así en el Libro de Valores de las Vicarías de 1717 se nos dice: «Servidores de los tres beneficios son dos (….) y gosan cada año por quinquenio lo siguiente (….) 40 reales de la Cofradia del Dulze Nombre de Jesus por la fiesta que haze en su dia y prosecion de Semana Santa». Sabemos también lo que la Hermandad pagaba al Sacristán: «Assi mismo a de haver (….) por el ofizio de (….) misas cantadas de memorias 20 reales de la del Dulze Nombre», y conocemos algunos datos sobre la organización económica: «La Cofradia del Dulze Nombre de Jesus se compone de limosnas que juntan los hermanos, entradas de estos, luminarias que pagan y todo ymporta cada año por quinquenio ciento y treinta y quatro reales en los quales vaxados 60 reales que se pagan al beneficio y Sacristan Mayor por la fiesta que haze en su dia y procesion de Semana Santa restan setenta y quatro reales».
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Así pues podemos deducir que las fechas extremas para la fundación de la cofradía están entre la segunda mitad del siglo XVII y los primeros años el siglo XVIII. Sabemos además que en este periodo tuvo su sede en la ermita de San Sebastián de un antiguo cementerio que existió en la localidad, es decir, la ermita a la que hacen referencia los documentos consultados. El 24 de octubre de 1784 traslada sus imágenes a la actual parroquia, colocándose en el colateral del lado de la epístola, donde tenía su altar la Hermandad del Dulce Nombre del Niño Jesús que había sido fundada en 1572, quedando así verificada la fusión de ambas Hermandades. Hacia los primeros años del siglo XX la corporación sufrió una grave crisis, siendo la última vez que procesionó en 1911. Se da la circunstancia de que en ese año el Cristo estrenó una túnica de terciopelo bordada en oro y sedas de colores que costó 75 pesetas y que fue sufragada a medias entre un hermano y la Junta de Gobierno.
La Hermandad quedó casi al borde de la desaparición, cuidando unas devotas de las imágenes en la iglesia. Nunca llegó a extinguirse por completo pues aún en esta época continuó celebrando los cultos a sus titulares.
El 17 de enero de 1959 fue reorganizada por Don Bernardino Corral Vega, Don José de la Orden Vega y Don Gregorio Cotán Cid, en la parroquia de Santa María de la Oliva de la localidad, realizando la Estación de Penitencia en la tarde-noche del Martes Santo. En 1976 incorpora como titular a San Juan Evangelista, patrón de la juventud de la Hermandad. En el mes de mayo del año 2001 se otorgó por parte de la Primitiva Hermandad de los Nazarenos de Sevilla «El Silencio» de la Confirmación de Carta de Agregación a dicha Archicofradía, pudiéndose gozar de todas las Gracias Espirituales que en ella están reflejadas. En el año 2004 incorpora como titular a Santa Ángela de la Cruz. Durante el año 2009 la Hermandad celebró el 50 aniversario de su refundación.
La imagen del Dulce Nombre del Niño Jesús, según ha desvelado recientemente el historiador local Antonio González Polvillo, se debe a la gubia de Francisco de Ocampo en 1610, restaurada en 2003 por M. Jesús Chiappi. La venerada imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno del siglo XVII, de autor anónimo atribuida al círculo del escultor Pedro Roldán, fue restaurada y agrandada en 1799 y nuevamente en 1974 dónde se le sustituye el pelo natural por uno de estopa, realizando ésta última labor nuestro hermano José Corral Acebes. En 2009 es restaurada la imagen por el profesor Juan Manuel Miñarro López, que realiza un nuevo cuerpo anatomizado que es ensamblado en la cabeza, manos y piernas originales de la imagen. María Santísima de los Dolores es una imagen contemporánea realizada en 1982 por el imaginero sevillano Antonio J. Dubé de Luque. Y por último, la imagen de San Juan Evangelista se debe al imaginero Luis Álvarez Duarte.
